Desde los albores de la humanidad, el hombre se ha venido preocupando principalmente por mejorar en beneficio de las nuevas generaciones, es decir, de sus hijos. Es por ello que la educación siempre jugó un papel crucial en las sociedades de todos los tiempos.
Aunque el concepto sea latino, la profesión también existe milenios atrás. En pocas palabras, se trata de el compromiso que asume un individuo para manifestar sus conocimientos en pro del bienestar de sus prójimos y de esta manera hacer posible la existencia y perdurabilidad de la ya mencionada educación.
Entonces, puntualmente, se deja ver de antemano la precisión con la que ambos vocablos siempre irán juntos caminando por el mundo de las ideas. Milenios van, milenios vienen y la actitud del verdadero maestro de altruismo y desinterés, como no sea solamente el hacer progresar y mejorar la calidad de vida del querido discípulo.
No es una estructura simple la que adopta este proceso, sino una ardua perdurabilidad de un compromiso inalienable. La actividad se encuentra en constante evolución, ya que día a día se requieren de estrategias novedosas para asegurar una victoria contundente de los valores escolares y genuinos para el asimilamiento de los aprendizajes.
Profesión fue la de Ignacio Manuel Altamirano; la de Fray Pedro de Gante; la de José Vasconcelos; la de un Jaime Torres Bodet. Todos aquellos quienes ejercieron una acción directa (intervención), para el bienestar de la nación partiendo del ámbito educativo.
En las siguientes páginas esbozaremos lo que implican diversas modalidades de la actividad docente y la descripción de nuevos horizontes que nos amplían el criterio y las perspectivas de trabajar en base a ideas reforzadas y con fundamento científico, pero sobre todo, bajo el entendimiento de lo que significa la palabra educación.
Como anteriormente se ha dicho en la introducción, la palabra profesión viene del milenario idioma que es latín. Esa raíz lingüística de la que descienden todos las demás lenguas romances: español, francés, portugués. Su condición es la de expresar una manifestación tangible y provechosa.
Etimológicamente hablando, la palabra original es professio(declaración). Sin embargo debemos entender que no es la genuina, ya que se deriva del verbo profiteri. Pasaron los siglos y la historia de la humanidad llega hasta un sitio en el que se vislumbra un adelanto en los conocimientos de las lenguas clásicas.
Es por ello que aparece albergado en el catalán, en la Cataluña española, por primera ocasión hacia el tercer cuarto del siglo XIV, justo en medio de una de las épocas de más trascendencia que vivió el imperio peninsular ibérico.
Esta aparición en escena del vocablo profesión, se debió al hecho de que ya se pretendía hablar del “acto de declara la fe” o bien “emitir los votos en una orden o instituto religioso”.
Aparte de esta concepción mística de la palabra, se engloban otras muchas acepciones más que nos brindan un signo de compromiso y responsabilidad para con la sociedad a la que pertenecemos. Es por ello que en la Historia de Sóller , dada a la luz en el año de Mil Novecientos Dieciséis se le utiliza para denominar una “ocupación que se ejerce profesionalmente.
Así es. Y es que no se puede negar que un oficio, labor o trabajo, necesita de que el individuo que los realice sea esmeroso y comprometido con su arte, lo cual implica amor, empeño, tesón, perseverancia y lealtad por parte de las personas que están encargadas de ello.
Una excelente descripción de lo que estamos tratando, la esboza Shon, en una de sus obras:
“Cuando, en las primeras décadas de este siglo, las profesiones comenzaron a apropiarse del prestigio de la universidad instalando sus centros de información en el marco universitario, la profesionalización significó la sustitución del arte por el conocimiento sistemático por el conocimiento puramente científico.”
Otra aportación muy útil e importantísima es la que hace Elisabet Bautier, pués ella elabora una distinción entre profesionalidad y profesión en la sociedad actual, haciéndose preguntas acerca de las relaciones que existen entre ambos conceptos.
Las respuestas fueron contundentes para esta investigadora: existen nuevos profesionistas sin profesión, ya que, si por un lado puede haber profesionalidad sin profesión, por el otro no existe profesión sin profesionalidad.
Cabe destacar que existen algunas coordenadas y parámetros para poder distinguir entre la existencia o no de una profesión con mayor o menos grado de estabilización, según algunos autores y las cuales son
1.- La existencia de un cuerpo de conocimientos específicos que proviene de la investigación científica y de la elaboración teórica en el ámbito que abrace cada profesión.
2.-La existencia de una comunidad que comparte una misma formación específica.
3.-Desarrollo de unas funciones públicas y específicas con planteamientos comunes y técnicos de intervención profesional, con retribución económica reconocida por la tarea desarrollada y la asunción de un compromiso ético de la profesión hacia sus clientes o usuarios.
4.-La existencia de una normativa interna para el grupo para el grupo profesional que permite el autocontrol de sus miembros por parte del colectivo profesional.
Existen pués, una serie de dimensiones que más tarde ahondaremos y que a continuación se representan a grandes rasgos:
1) Referentes históricos. Indicios y evolución.
2) Marco disciplinar. Concepto y objeto disciplinar. Metodología.
3) Formación inicial y permanente. Planes de estudio. Programas. Perspectivas
4) Espacio profesional. Concepto y objeto profesional. Funciones. Ámbitos.
5) Cuerpo profesional y asociacionismo. Colegio profesional. Asociaciones.
6) Conclusiones del presente profesional y prospectivas.
Después de haber dado esta reseña acerca del concepto de profesión, avoquémonos a descubrir el porqué de un enfoque tan explícito y benéficamente tendencioso: hablemos de la Licenciatura en Intervención Educativa, la cual se yergue como una de las firmes promesas para el panorama magisterial de los próximos tiempos en México.
Digamos que la LIE, viene a convertirse como una especie de culminación lograda gracias al esfuerzo y la experiencia de los docentes a través de los años, quienes diseñaron programas sofisticados y de alto rendimiento como la Licenciatura en Educación Básica o en Educación primaria y preescolar.
Estas fueron materializadas en el año del setenta y nueve y del ochenta y cinco, respectivamente, bajo el denominativo de plan.
No se puede pasar por alto la importantísima Licenciatura en Primaria y Preescolar dirigida para el medio indígena y que pone de relieve el carácter humanitario de la institución que es el magisterio.
Y ahora sí vayamos directo a lo que son las dimensiones y a qué se refieren.
Como seres humanos tenemos diferentes facetas pués también funcionamos como un organismo más. Las instituciones, a su vez, experimentan lo propio, las carreras magisteriales, igual.
Ante la creciente preocupación de la sociedad docente, en tratar de ser congruentes como profesionales en el desempeño que como maestros deben tener para con el resto de la sociedad que les rodea, es decir, el marco contextual.
Es por ello que se decidió formar profesionistas capacitados para dar respuesta a los requerimientos que día a día crecen en medio de la comunidad. Estos son los Licenciados en Intervención Educativa.
El licenciado en Intervención educativa es como un científico de esta disciplina. Funciona como sicólogo, sociólogo, antropólogo, maestro, orientador y hasta literato. Así, está al tanto de los problemas sociales contemporáneos que afectan a su entorno
Es su deber adquirir una cultura de índole universal y tener la suficiente brillantez para recopilar conocimientos indiscriminadamente y sin prejuicios, respetando al ser humado en su integridad, personalidad, usos y costumbres, ya que sus cambios de acción serán:
Educación de las personas jóvenes y adultas
Gestión educativa
Educación inicial
Interculturalidad
Inclusión social
Orientación educacional
Así, esto les obliga a conseguir diversas aptitudes para el efecto:
Cultura universal y el conocimiento de diferentes campos de acción en la sociedad(cultura universal)
Que ningún ámbito se constituya en un obstáculo para ejercer su profesión, antes al contrario, debe adaptarse valiéndose de lo que aprendió y las competencias que asimiló en la Universidad.
Tolerante ante las vicisitudes, ante las situaciones divergentes en cada rubro de la sociedad.
Interesarse en las necesidades de las clases mas desprotegidas y urgidas.
Conocer profundamente los conceptos de globalización y modernidad.
Comprometido con su profesión y el mejoramiento de la comunidad.
Asumir una responsabilidad inalineable ante la enseñanza y el aprendizaje.
Ser una persona de alta iniciativa y empuje para trazarse sus propias metas y proyectos.
Colaborar con sus colegas para la culminación de un programa, pués la unión hace la fuerza.
Tener un sentido segmentador de la crítica y estar siempre preparado para ejercer una propia autocrítica
No asustarse ante situaciones al límite.
Es su deber fomentar la comunicación y el respeto a las opiniones de los demás.
En las características pasadas se esboza también el hecho de que el nuevo profesionista no tiene que saber todo, sino más bien de todo, ya que los tiempos modernos exigen que los egresados de una institución superior se familiarice con las áreas del conocimiento. Esto es la dimensión epistemológiga: eslabonar las ciencias y disciplinas en su conjunto para el bien de la sociedad.
Toca el turno a la dimensión psicopedagógica. Su cáriz nos dice que es el proceso diseñado para el desarrollo de las competencias que se le va a comunicar al futuro profesionista, para que éste, a su vez, logre amasar un bagaje intelectual propio para generar sus propias competencias e ideas en bien del aprendizaje.
Entonces, la palabra intervención es un vocablo que ha suscitado las más grandes controversias en el campo de las ciencias sociales, pués no tiene límites. Veamos algunas de las muchas acepciones: rehabilitar, corrección, ingreso, remedio, etc.
Pero en nuestro caso, tal como nos lo enseñaron los maestros en el curso de inducción, es la de ejercer una acción directa sobre algo. En este caso, tenemos la intervención socioeducativa, cuya finalidad es la de integrar en un proceso de aprendizaje ético y moral a todos los elementos de la sociedad, inculcándoles el amor, cuidado por la naturaleza, concientizarlos de la riqueza cultural que poseemos como civilización.
Por otro lado existe la intervención sicopedagógica, que se limita a laborar dentro del campo de la escuela, ocupándose de los problemas de los alumnos, académicos, directivos, todo emplazado hacia una mejor satisfacción del circuito en un ambiente escolar.
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