martes, 28 de febrero de 2012
Frase acuñada por Gustavo Urquiza Valdez.
“La Historia preservada de un pueblo es como los pies de oro de una estatua: tiene buenos cimientos.”
jueves, 9 de febrero de 2012
martes, 7 de febrero de 2012
Para uno de mis novelistas preferidos y culpable que se me llamara "El ùltimo del Club Pickwick".
Señor Charles Dickens, en este su Aniversario de Natalicio número doscientos, lo único que me queda es expresar mis sinceros agradecimientos por su obra literaria y por ayudarme a comprender que el Bien siempre triunfa en la Vida.
"Fue un día memorable, pues provocó grandes cambios en mí. Pero ocurre así en cualquier vida. Imaginemos que de ella arrancamos un día especial y pensemos en lo distinto que podría haber sido su curso. Deténgase el lector y piense por un momento en la larga cadena de oro, de espinas o flores que, de no ser por la formación del primer eslabón en un día memorable, jamás le hubiese atado."
Extraído del capítulo nueve de la novela "Grandes Esperanzas".
Qué puedo decir de un escritor que ha sido vanguardista desde antes de cumplir sus treinta años de edad. Dickens es un monstruo literario y sus secretos forman parte de un misticismo que seguro pertenecen únicamente a los Grandes Iniciados.
Me identifico un poco con Pip de "Grandes Esperanzas", otro poco con David Copperfield, tanto más con Oliver Twist, pero sobre todo con Scrooge. Es aquí donde se me cuela el poeta latino Quinto Horacio Flaco. Carpe Diem. Aprovecha el día y no confíes en el futuro. Todos somos tan avaros como el protagonista de "A Christmas Carol", tan avaros y ambiciosos que se nos escapa el momento, lo único real que tenemos: este presente.
Nos persiguen y torutran los recuerdos de nuestro pasado y no vivimos con plenitud la emoción de curiosear qué hay en el porvenir que nisiquiera existe.
De sobra sé que Dickens fue un lector incansable de las Sagradas Escrituras y jamás dejó de perder el candor de un niño. De sobra sé que no tengo la capacidad académica ni cognitiva para desmenuzar su personalidad etérea. Simplemente dentro del torbellino mental que me atormenta desde los cuatro años de edad me veo obligaddo a no dejarme vencer por los sonidos del silencio, el peor enemigo de todo Humano que se considera libre y el mejor aliado de la ignorancia.
Quiero gritarle al Mundo entero que Dickens fue uno de mis Maestros y sus libros me han acompañado desde hace muchas etapas en la Vida. Los textos de un blog no deben ser extensos, sino concretos. Es por ello que haré corto este artículo y quizá, cuando tenga un poco más de libertad en la cabeza, lo extienda y hasta resulte un ensayo.
Todos los personajes de Dickens son empujados hasta el límite, pasando una gran noche oscura del alma y se sobreponen a sus circunstancias quedando más fortalecidos.
Corría el año de Mil Novecientos Noventa y Siete cuando tres amigos y yo decidimos formar, en la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Chihuahua, el "Club Pickwick". Dos de ellos traicionaron sus ideales de recolectar historias que colaboraran con la lucha en contra de los obstáculos que se le ponen a los mexicanos que quieren dar luz a sus esperanzas y la otra, una preciosa mujer se volvió ama de casa y vive esclavizada por su belleza física.
Yo decidí seguir escribiendo, recuperándome de una enfermedad en los ojos que casi me deja ciego en cuatro ocasiones y recuperándome también de contratiempos de tipo neuronal y óseo condimentados con humillaciones perpetradas por personas a las que les deseo lean un día a Dickens. Una persona me pidió mis escritos y me propuso crearme un blog. Accedí. El producto fue Gustavo Urquiza Valdez, "El último del Club Pickwick. Ya soy considerado escritor digital.
Probablemente desheche este artículo; probablemente lo modifique o quizá simplemente lo extienda. Por mientras, Mister Charles Dickens, allow me to express some words about you: You have been one of my very important paradigms in my life and I am so thankful toward it.
To the Glory of the Great Architect of the Universe.
Amen.
Selah.
"Fue un día memorable, pues provocó grandes cambios en mí. Pero ocurre así en cualquier vida. Imaginemos que de ella arrancamos un día especial y pensemos en lo distinto que podría haber sido su curso. Deténgase el lector y piense por un momento en la larga cadena de oro, de espinas o flores que, de no ser por la formación del primer eslabón en un día memorable, jamás le hubiese atado."
Extraído del capítulo nueve de la novela "Grandes Esperanzas".
Qué puedo decir de un escritor que ha sido vanguardista desde antes de cumplir sus treinta años de edad. Dickens es un monstruo literario y sus secretos forman parte de un misticismo que seguro pertenecen únicamente a los Grandes Iniciados.
Me identifico un poco con Pip de "Grandes Esperanzas", otro poco con David Copperfield, tanto más con Oliver Twist, pero sobre todo con Scrooge. Es aquí donde se me cuela el poeta latino Quinto Horacio Flaco. Carpe Diem. Aprovecha el día y no confíes en el futuro. Todos somos tan avaros como el protagonista de "A Christmas Carol", tan avaros y ambiciosos que se nos escapa el momento, lo único real que tenemos: este presente.
Nos persiguen y torutran los recuerdos de nuestro pasado y no vivimos con plenitud la emoción de curiosear qué hay en el porvenir que nisiquiera existe.
De sobra sé que Dickens fue un lector incansable de las Sagradas Escrituras y jamás dejó de perder el candor de un niño. De sobra sé que no tengo la capacidad académica ni cognitiva para desmenuzar su personalidad etérea. Simplemente dentro del torbellino mental que me atormenta desde los cuatro años de edad me veo obligaddo a no dejarme vencer por los sonidos del silencio, el peor enemigo de todo Humano que se considera libre y el mejor aliado de la ignorancia.
Quiero gritarle al Mundo entero que Dickens fue uno de mis Maestros y sus libros me han acompañado desde hace muchas etapas en la Vida. Los textos de un blog no deben ser extensos, sino concretos. Es por ello que haré corto este artículo y quizá, cuando tenga un poco más de libertad en la cabeza, lo extienda y hasta resulte un ensayo.
Todos los personajes de Dickens son empujados hasta el límite, pasando una gran noche oscura del alma y se sobreponen a sus circunstancias quedando más fortalecidos.
Corría el año de Mil Novecientos Noventa y Siete cuando tres amigos y yo decidimos formar, en la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Chihuahua, el "Club Pickwick". Dos de ellos traicionaron sus ideales de recolectar historias que colaboraran con la lucha en contra de los obstáculos que se le ponen a los mexicanos que quieren dar luz a sus esperanzas y la otra, una preciosa mujer se volvió ama de casa y vive esclavizada por su belleza física.
Yo decidí seguir escribiendo, recuperándome de una enfermedad en los ojos que casi me deja ciego en cuatro ocasiones y recuperándome también de contratiempos de tipo neuronal y óseo condimentados con humillaciones perpetradas por personas a las que les deseo lean un día a Dickens. Una persona me pidió mis escritos y me propuso crearme un blog. Accedí. El producto fue Gustavo Urquiza Valdez, "El último del Club Pickwick. Ya soy considerado escritor digital.
Probablemente desheche este artículo; probablemente lo modifique o quizá simplemente lo extienda. Por mientras, Mister Charles Dickens, allow me to express some words about you: You have been one of my very important paradigms in my life and I am so thankful toward it.
To the Glory of the Great Architect of the Universe.
Amen.
Selah.
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